-No quiero que sigamos con lo nuestro.- Dice Samuel, sin mirarla a los ojos.
-¿Hay otra, no?- Pregunta Silvia.
-Sí.- Responde Samuel.
-¿Es Clementa?-
Samuel asiente.
Silvia le da una bofetada, tirándole al suelo las gafas de sol.
-Hijo de puta.- Grita Silvia a lo lejos.
De camino a su casa, se cruza con Clementa.
-¡Zorra!- Grita Silvia, nada más verla.
-¡Tu madre!- Grita Clementa, sin importarle en lo más mínimo que la madre de Silvia murió.
Silvia le pega una patada, tirándola al suelo.
Se agacha hacia Clementa y tirándole del pelo susurra:
-¡Zorra!-
Se va de ahí, dejándola tirada en el suelo, y recibe un mensaje:
-No le hagas nada a Clementa, era una excusa para que lo dejáramos, entre ella y yo no ha habido nada.-
Silvia se queda boquiabierta.
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